Con mucho AR-T: Juan de Ávalos

Juan de Ávalos junto al San Marcos tallado para el Valle de los Caídos en 1951

Juan de Ávalos García Taborda (Mérida, 21 de octubre de 1911 – Madrid, 6 de julio de 2006), es uno de los más grandes escultores españoles de los últimos tiempos.
Su escultura, de un monumentalismo rotundo, es la más representativa del arte español de postguerra. Alcanzó notoriedad por sus obras en el Valle de los Caídos (Madrid), en especial por las gigantescas figuras de los Evangelistas. Es autor de esculturas vanguardistas bajo el seudónimo de Arturo Sánchez.
Su padre era ciego y su madre representó para él la figura de “El ama”, cantada por el poeta salmantino extremeño José María Gabriel y Galán. A los siete años con su familia se traslada a Madrid y estudia en el colegio de los Mercedarios yendo a clases de dibujo. En 1927 es alumno de la Escuela de Bellas Artes de Badajoz y en 1931 consiguió el premio Aníbal Álvarez. En Mérida se inicia como profesor de Término Modelado y Vaciado en la Escuela Municipal de Artes y Oficios, siendo nombrado en 1936 Subdirector del Museo Arqueológico de Mérida. En 1933 conoció a Miguel de Unamuno con motivo de la inauguración de la obra Medea en el teatro romano de Mérida, estreno al que asistió el presidente de la II República, Manuel Azaña. Rusia le nombró miembro honorífico de la Real Academia de Moscú. Desde el 9 de junio de 1974 fue Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 1941 con su obra “Autorretrato” consiguió la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Con la escultura “Soledad” se hizo con la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes el año 1950. La primera medalla de dicha exposición la consiguió el año 1957 con la obra titulada “Cristo yacente”. Acerca de su estética se ha escrito que es “Apreciado como uno de los escultores españoles que mayor pasión ha demostrado por el cuerpo humano” (www.masdearte.com, como se puede apreciar en los cuerpos de los Amantes de Teruel, en los cristos y en la piedades esculpidas por su cincel. Gustaba definirse como picapedrero porque con el mismo instrumento que el obrero de la piedra se gana el pan, él se ganó la gloria de sus obras. Comentaba con el maestro Rodrigo que los dos eran obreros de las manos, el primero golpeando estéticamente el teclado del piano y el sgundo golpeando sobre la piedra hasta que salía la obra bien hecha, en expresión machadiana “golpe a golpe…” ambos llenaron de estética el siglo XX español.
El 2 de septiembre de 1980, en virtud de la disposición transitoria segunda de la creación de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (Real Decreto 1422/1980, de 6 de junio) Juan de Ávalos y García-Taborda es elegido académico junto con el escultor Enrique Pérez Comendador y el escritor Pedro de Lorenzo. El día 22 de marzo de 1981 leyó el discurso de ingreso y tomó posesión de la Medalla número 6 de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes en el Complejo Cultural San Francisco de Cáceres. Otros conjuntos monumentales notabilísimos son el dedicado a Los amantes de Teruel en la misma ciudad de Teruel, que ideó desde 1955 y que se custodia en la Iglesia de San Pedro, Monumento a Luis Carrero Blanco en Santoña, Ángel de la paz en Valdepeñas, Arco del Triunfo a la Independencia en la República Dominicana, en la parroquia de San Francisco de Barbastro se puede contemplar la primera imagen del beato gitano “El Pelé”, realizada a finales del siglo XX. El monumentoa Fernando el Católico de Zaragoza se data en el año 1969. Para el escultor Julio López “la obra de Juan de Ávalos es magistral y sólida”. Este artista apoyó el proyecto de Ávalos para la escultura de Juan Pablo II y sobre la obra del Valle de los Caídos ha manifestado que “enlaza con la tradición de Miguel Ángel y de las esculturas centroeuropeas”.
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