Francisco Iturrino nació en Santander el 10 de septiembre de 1864, siendo hijo de de Miguel Iturrino -farero- y de Joaquina González. A los tres años su familia se trasladó a Castro-Urdiales y en 1872 se mudó de forma definitiva a Bilbao.Allí, a los 15 años recibió clases de dibujo en una academia y por parte de su tío, Elviro González, pintor y poeta. Una vez que terminó el bachiller, en 1883, se instaló en Lieja (Bélgica) para estudiar ingeniería. Pero abandonó los estudios, sin que se enterara su padre, para comenzar su carrera artística.En 1890 se trasladó a Bruselas y estudió pintura con Lorrand. Dos años más tarde decidió dedicarse de forma exclusiva a la pintura.En 1894 conoció en Bélgica a Maria Josephine Delwit, con quien se casó y tuvo seis hijos.
En 1899 se fue a París donde asistió a las clases dictadas en el taller de Gustave Moreau, uno de los grandes del movimiento simbolista. En 1901 tomó contacto con el marchante Ambroise Vollard, quien lo invitó a exponer en su galería junto a Pablo Picasso (cuya amistad duró toda su vida).Gracias a Vollard, expuso desde 1901 hasta 1911 en la capital francesa. En esta ciudad, además, entabló amistad con Henri Matisse (a quien conoció en 1906 y quien más influyó en su obra), Van Dongen, Derain y Vlaminck.En 1908 con Henri Matisse compartió un estudio en Sevilla; y luego, ambos realizaron un viaje a Tánger, que resultó decisivo para ambos.
El 21 de junio de 1924 falleció en Cagnes-sur-Mer. Luego, el Museo de Arte Moderno dehombre solo satarealizó la primera exposiciónretrospectivade Iturrino tras su muerte.En su obra se dejó influenciar por el impresionismo, y por los pintores Van Gogh, Cézanne o Gauguin. Y en ella se percibe señales del fauvismo francés, con el que mostró gran dominio del color y de la luz.En su arte abundan los retratos, los desnudos femeninos, solitarios y en grupo, las escenas flamencas .
Sus mejores obras las realizó a partir de 1904, bajo la influencia de sus amigos Henri Mattise y André Derain; y en esos cuadros representó escenas de burdel, flamenco, mujeres andaluzas con o sin mantones, jardines, galgos, bodegones y retratos. Vale destacar que también fue un buen dibujante y grabador al aguafuerte.En España su obra se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Santander y en el de Bilbao, en el Museo Zuloaga de Zumaia, en el Centro Nacional de Arte Reina Sofía y en numerosas colecciones privadas, sobre todo de Bilbao y Madrid.
Acaso la pintura de nuestro amigo –decía una tarde en Niza el
ilustre pintor Matisse– sea algún día la base de una nueva escuela,
que llevará su nombre y que futuras generaciones, cultivándola con
amor, la saquen del abandono en que hoy vive para iluminarla con
los resplandores del mérito y adornarla con los laureles de la gloria.
Renoir ha llegado a la cumbre, y la obra de Iturrino tiene con la de
dicho pintor asombrosa semejanza.