La ermita de San Martín pudiera haberse edificado en coincidencia con los tiempos en que se Ilevaba a cabo la difusión del cristianismo en Cantabria.
Por Gregorio de Tours sabemos que, hacia el año 580, un cántabro llamado Maurano era tan devoto de San Martín que emprendió una peregrinación a su santuario en Francia, a fin de que el santo que repartió su capa con un mendigo intercediera para devolverle la voz y la salud; para realizar su viaje tuvo ocasión de elegir entre varios barcos de alto bordo, surtos en un importante puerto de Cantabria, desde donde zarpó. Como se da la circunstancia de que en esta región no hubo ni hay mejor puerto natural ni más grande que el cobijado en la bahía de Santander, cabe colegir que fuera éste el puerto de partida.
Varios planos de la referida ermita,levantados entre los siglos XVI y XVIII, nos muestran un templo de características formales que pueden corresponder a tipologías altomedievales. Se trataba de un sencillo edificio de planta rectangular, orientado de Este a Oeste y con la puerta en la fachada Norte; el ábside era cuadrado y de menor amplitud que la nave, de la que estaba separado por una especie de iconostasio; el altar aparece coronado con una simple cruz de brazos iguales, al estilo de las primitivas asturianas.
SAN MARTIN DE BAJAMAR Y EL DIQUE DE GAMAZO
José Luis Casado Soto
Victor M. Moreno Saiz
Jose Antonio Sarabia Solana