En 1850 estaban censados en Santander capital 680 hombres de mar. Su vestimenta variaba según fuera de fiesta o utilizaran la de diario con la que se embarcaban. Pereda nos describe a estos marineros con gorro catalán, la camisa de bayeta verde sobre la camiseta de estopa, vestidos con pantalones de ancha campana amarrados a la cintura
por una faja en la que llevaban un cuerno donde guardaban el eslabón y el pedernal para encender el tabaco picado. El gorro solía ser verde o colorado y en tiempo de lluvia empleaban el “sueste” y el tabardo embreado. Calzaban zapatos bajos para vestir o zuecos para ir a la mar. El traje de fiesta se componía de pantalón, chaleco, chaqueta ceñida y boina de azul oscuro. La boina generalmente llevaba una larga borla de cordoncillo de seda negra. La corbata, también de seda negra, se anudaba sobre el pecho y estaba casi oculta por el cuello doblado de la misa de lienzo