En los barrios marineros de la calle Alta y del Mar vivía la población pescadora en desvencijadas casas antiguas de vecinos cuyos bajos
se destinaban a bodegas donde se almacenaban artes, aparejos y barriles de raba. La pugna entre los dos CabiIdos fue proverbial y ya entonces competían en regatas con los vascos.
El Cabildo de San Pedro, de la calle Alta, tenía como iglesia la de Consolación. El otro, el de San Martín de Abajo, que comprendía las calles del Mar, del Medio y Arcillero, edificó en Miranda la capilla de los Mártires, en la que depositaron las imágenes de los patronos de
Santander, que primitivamente estuvieron en una especie de nicho abierto en la muralla, junto a la puerta del Arcillero.
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