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La buena música: La Pasión según san Mateo.Matthäuspassion BWV 244

La Pasión según San Mateo, Matthäuspassion BWV 244, es una pasión oratórica de Johann Sebastian Bach. Presenta el sufrimiento y la muerte de Cristo según el evangelio de San Mateo. Con una duración de más de dos horas y media (en algunas interpretaciones incluso más de tres horas), es la obra más extensa del compositor. Es una obra central de la música clásica europea (Hubert Parry la ha definido como el más rico y noble ejemplo de la historia de la música sacra).
La Pasión según Mateo consta de dos grandes partes conformadas por 68 números. El texto del evangelio de San Mateo, capítulos 26 y 27, es cantado literalmente por un evangelista y las personas de la trama (Cristo, Judas, Pedro, etc.) por los demás solistas. Alrededor del texto bíblico se agrupan coros, corales, recitativos y arias con la intención de interpretar el texto.
No se sabe con certeza si la Pasión según Mateo fue compuesta en 1727 o 1729. Aunque se relaciona directamente con la música fúnebre para el príncipe Leopold de Anhalt-Cöthen de 1729, se desconoce si la cantata fúnebre sirvió como modelo de parodia para la pasión o si la pasión fue el modelo de la cantata (o si existen otros orígenes anteriores). De cualquier forma, la Pasión según Mateo fue interpretada el 15 de abril de 1729 (Viernes Santo) en la iglesia de Santo Tomás en Leipzig bajo la dirección del compositor, en una representación para la cual Bach no pudo disponer de los recursos idóneos (en un memorandum al Consejo de la ciudad de Leipzig, se quejó de que únicamente 17 de los 54 miembros del coro hubieran estado a la altura).
A pesar de que la obra no fue muy estimada en su tiempo por su estilo “operístico”, rechazado en su mayoría por los representantes del Pietismo dentro de la burguesía de Leipzig, Bach revisó algunas de las partes de la obra varias veces, la última de ellas en 1736, en donde incluyó un grupo de continuo con órgano para cada uno de los dos coros.
Tras la muerte de Bach, la obra cayó en el olvido (como, en general, toda la obra del compositor) y no fue hasta 1829 cuando el compositor y director Felix Mendelssohn-Bartholdy volvió a interpretarla con la Sing-Akademie de Berlín en una versión abreviada. La reinterpretación de esta obra dio inicio a un fuerte interés por el estudio y el análisis de las obras de Bach, particularmente las de gran escala, que ha persistido hasta nuestros días.
La obra está escrita para dos coros, cada uno formado por un grupo de cuatro voces (soprano, contralto, tenor y bajo) y un grupo de instrumentos (2 flautas, 2 oboes, cuerdas y bajo continuo). En este sentido se podría hablar de un coro y una orquesta dobles. Además, en los números 1° y 35º aparece una voz extra de sopranos (soprano in ripieno), que comúnmente es cubierta por un coro de niños (en contraposición a las voces femeninas de los dos coros). Sin embargo, esta tradición no corresponde con las intenciones de Bach, puesto que los coros en las iglesias no utilizaban voces femeninas, sino únicamente de niños y de falsetistas y, en este sentido, no distinguían entre las voces de los coros I y II y la de soprano in ripieno (a menos que los dos coros fueran únicamente interpretados por solistas, contrapuestos entonces a los ripienistas.
En la Pasión según Mateo aparecen los siguientes personajes:
Evangelista – Tenor
Jesús – Barítono
Judas – Bajo
Pedro – Bajo
Sumo sacerdote – Bajo
Pilato – Bajo
Dos sirvientas – Sopranos
Dos sacerdotes – Bajos
Esposa de Pilato – Soprano
Dos testigos – Contralto y tenor
Además, hay ariosos y arias para las cuatro voces principales de ambos coros (soprano, contralto, tenor, bajo), diferenciadas también según su coro de pertenencia.
Existen actualmente muchas y muy diversas interpretaciones de esta obra maestra (Wilhelm Furtwängler, Karl Richter, Otto Klemperer, Herbert von Karajan, Nikolaus Harnoncourt, Gustav Leonhardt, Frans Brüggen, Ton Koopman, John Eliot Gardiner, Hermann Max, Paul McCreesh, entre otros), que muestran el amplio espectro de posibilidades de interpretación de esta pasión.
El texto del libreto está basado, por una parte, en los capítulos 26 y 27 del evangelio de Mateo en la traducción de Martín Lutero y, por otra parte, en poesías del escritor Christian Friedrich Henrici (también conocido como Picander) y en corales luteranos relacionados con la pasión.
La obra se divide en dos grandes partes, entre las cuales tenía lugar el sermón y que corresponden, la primera, con el capítulo 26 y, la segunda, con el capítulo 27 del evangelio de San Mateo. Según la tradición de las pasiones oratóricas, el texto bíblico se encuentra musicalizado de forma relativamente sencilla en recitativos, mientras que los ariosos y las arias, largas y contemplativas, presentan nuevos textos poéticos que comentan los diversos eventos de la narración bíblica y dan un carácter más íntimo a la vida de Cristo. El ejemplo más conocido en este sentido es el aria N° 39, “Erbarme dich, mein Gott” (Apiádate de mí, Dios mío), una de las más hermosas partes de la obra. Entre los recitativos, ariosos y arias se encuentran también corales intercalados, que permiten la participación activa de la congregación, que conocía las melodías y sus textos, y que igualmente comentan y llevan a la reflexión sobre las principales escenas de la pasión.
La obra desarrolla además una fantástica sensación estereofónica mediante su doble coro y orquesta, que dialogan constantemente, principalmente en el coro de entrada y en el coro final, pero también en algunos de los coros intermedios. Este formato doble constituye una gran diferencia frente a la mayor parte de los trabajos interpretados en los servicios religiosos dominicales. Especial interés en este sentido merece el coro de entrada Kommt, ihr Töchter, helft mir klagen, en el que además de los dos coros (y orquestas) que dialogan, aparece una voz de soprano in ripieno que canta el coral O Lamm Gottes, unschuldig en medio de una compleja estructura polifónica y de grandes tensiones armónicas
En la Pasión según Mateo Bach trabaja con diversos símbolos musicales. Es así que las palabras de Cristo siempre son acompañadas por tonos largos de las cuerdas, que se utilizan como símbolo de lo divino, mientras que los demás caracteres sólo son acompañados por el bajo continuo. Únicamente cuando Cristo pronuncia sus últimas palabras, las cuerdas callan: Cristo se ha convertido en hombre.
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